
Pero tranquilos, no desesperaros porque tiene antídoto, la solución es saber hacer una valoración de la información que nos llega. No sólo los periodistas debemos ser capaces de seleccionar la información, sino que los lectores también deben poseer ese sentido crítico para no resultar infoxicados.
Debemos ponderar y poner en una balanza la información que nos llega y ver la que nos interesa de verdad y la que no. Valorar si nos puede aportar algo a nuestra vida y a nuestro conocimiento, sino debemos abarcarla a un lado.
Es un fenómeno imparable que va en aumento, pero con la ayuda de los medios y los buscadores que actúan como filtros podremos sobrevivir.
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