Desde siempre se ha hablado de que el periodismo es el cuarto poder que vigila a los otros tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Actúa como un contrapoder, pero el problema es que los medios han dejado de cumplir esa función vigilante y se han vendido a los grupos políticos y a determinadas empresas. Pero a partir de ahora, los medios deben andar con cuidado, ya que sus acciones están siendo inspeccionadas por la blogosfera. Los periodistas vigilan al poder político, pero a su vez éstos son vigilados por los blogs.
Los blogueros denuncian y controlan los errores de los grandes medios de comunicación tradicionales, como el caso de El País, en el que varios blogs forzaron al periódico a disculparse por una lamentable campaña publicitaria. La blogosfera va en aumento y su influencia es tal que se ha convertido en el quinto poder, en el watchdog del periodismo.
Pero nadie está a salvo, ni siquiera los blogs, ya que en la red todos los ojos vigilan. Unos se vigilan a otros.
Pero nadie está a salvo, ni siquiera en la blogosfera, ya que en la red se vigilan unos a otros. Las acciones de los blogs también están bajo el escrutinio de usuarios que pertenecen al mismo ámbito. Ya que los bloggers también cometen los mismos errores que los medios tradicionales, como los plagios o información falsa. Hay que tener en cuenta que aunque en la blogosfera se disponga de infinidad de ojos para velar por sus intereses, hay otros leyendo y velando por los del otro lado, como la audiencia. En internet todos somos a la vez vigilantes y vigilados. Es un sistema democrático.
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Hace 6 años
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